La capital de nuestro país sigue siendo atacada por decenas de delincuentes. La inseguridad está latente en varios distritos de Lima, incluso en los que se consideran como los más seguros, pues los ladrones actúan con tal violencia que roban a sus víctimas hasta en las puertas de sus casas y a cualquier hora.
Cada día es más común que las mujeres estén involucradas en bandas criminales, ya que estas serían utilizadas por los asaltantes para no llamar la atención de las autoridades y pasar desapercibidos cuando cometen sus delitos.
Los chifas, veterinarias, peluquerías y demás comercios no se salvan de la delincuencia. Los rateros aprovechan el mínimo descuido de los dueños para atacar y en otras ocasiones se ganan la confianza de ellos y cometen sus delitos en cuestión de segundos.
Decenas de víctimas se ven obligadas a entregar sus pertenencias, antes de perder la vida en un asalto. Ellos temen por sus vidas y piden a las autoridades mayor presencia policial.
