La tragedia en Villa El Salvador que ha enlutado a todo una país por la muerte de al menos 22 personas producto de una deflagración de un camión cisterna y posterior explosión; ha revelado, a su vez, una enorme grieta del tipo de fiscalización con el que opera Osinergmin.
Las responsabilidades hasta el momento, solo han sindicado a dos personas: el conductor e hijo, ambos que conforman la empresa familiar Transgas LG EIRL.
"Después de evaluar todas las pruebas, hemos revisado y hemos cumplido con todo lo que está establecido normativamente", indicó Renzo Rojas, gerente de Supervisión de Energías de la entidad fiscalizadora, desmarcándose por completo de toda posible responsabilidad. Sin embargo, el documento de su resolución demostraría que Osinergmin pudo haber evitado esta desgracia con cuatro meses de anticipación.
Al día siguiente de la tragedia, la entidad suspendió de oficio a la empresa familiar Transgas LG y retiró de circulación a los siete camiones adaptados como cisterna que operaba.
MEDIDA OBLIGATORIA
Transgas LG debía registrar cada viaje de sus unidades vía internet, pero desde que obtuvieron el permiso el 25 de setiembre del 2019, la empresa de gas no reportó ningún registro de compra y venta a través del Sistema de Control de Órdenes de Pedido (SCOP), medida de seguridad de carácter obligatorio.
Incluso el día de la tragedia, el camión trasladaba dos mil galones de GLP. Por ello, surge la pregunta ¿Por qué estas omisiones no fueron reguladas por Osinergmin? "Lo que ha originado esta tragedia es la práctica negligente de la empresa", solo han reafirmado desde su posición tras advertir que "las fiscalizaciones nunca van a llegar al 100%".