Es un mundo paralelo donde personajes olvidados y gente con vidas extremas duermen cada noche.
Cada una de las vivencias son escondidas en la soledad y la penumbra, personas que prefieren terminar sus días a lado de las líneas del tren, el cual se ha convertido en su refugio y hogar.
Abrumados por el exceso de alcohol y otros estupefacientes, muchos de ellos, incluso, han desarrollado trastornos mentales, por lo que es urgente que se desarrollen políticas de salud mental en nuestro país.