Una red criminal de lavado de activos internacional, encabezada por un peruano, Luis Armando Barrera Palacios, operaba en nuestro país.
El empresario pesquero creó corporaciones fantasmas en paraísos fiscales, a través del bufete Mossack y Fonseca de Panamá para que, a través de éstas pueda mover dinero ilícito por más de 90 millones de dólares según la UIF.
Gracias a este dinero pudo adquirir 25 casas, departamentos y también autos de lujo, incautados esta semana por la policía y fiscalía.