Las calles nuevamente son blanco de los infractores y la falta de educación. Pese a las multas y sanciones que imponen distintos municipios, la gente sigue y sigue miccionando en la vía pública.
Orinar en las calles es una evidente falta de respeto a uno mismo y a la ciudad donde vivimos. En nuestro país son varios municipios los que sancionan a las personas que orinan en la vía pública con multas de hasta 170 soles, sin embargo esto parece no tener mucha influencia sobre los infractores, quienes siguen miccionando por doquier.
Algunas calles simplemente se han convertido en baños públicos por algunos sujetos que las han tomado para ese objetivo. Pese a ser sorprendidos por un equipo de Panorama, las respuestas y excusas para su accionar rayan entre lo ilógico y lo descarado.