Esta semana, la paz de una noche en un apacible barrio residencial de Surquillo fue rota a punta de disparos por un sujeto que, por horas, puso en zozobra a todos los vecinos, hasta que fue finalmente abatido por la policía.
Se trataba de Ytalo Baiocchi, un pistolero con más de 10 denuncias por hurto agravado, agresión y uso de arma de fuego. Tampoco era la primera vez que padecía de tan peligrosos arrebatos. Sin embargo, esta fue la última.
El jueves 21, a pesar de los reiterados pedidos de la Sub Unidad de Acciones Tácticas de Policía Nacional por que suelte el arma, Baiocchi no lo hizo. Lamentablemente, fue abatido. Vanessa Donayre y Christian Castro con esta crónica de delirio, violencia y fatalidad.