Dos hechos parecen ser una característica criolla de las obras públicas. Primero, la incorporación de adendas durante su desarrollo que encarecen, en algunos casos notablemente, el presupuesto acordado al inicio; segundo, el retraso en la entrega de estas obras, como si el compromiso hecho ante los ciudadanos no tuviera ningún valor.
Tal es el caso de la esperada obra Línea Amarilla, que debió entregarse hace 4 años y que uniría a San Juan de Lurigancho con el Callao. A estas alturas, a 9 años de haberse iniciado la obra, aún se encuentra inconclusa y luce abandonada y sin mantenimiento en alguno de sus tramos.
Representantes de la municipalidad manifiestan que la comuna viene realizando duros esfuerzos para entregar la integridad de esta obra cuanto antes y que ya se activaron las penalidades contra la concesionaria, las que ascenderían hasta 4 millones de dólares por no entregar a tiempo la obra.