Desde 1834 la misión de la Sociedad de Beneficencia de Lima es velar por niños y ancianos en situación de riesgo o abandono, para cuyo fin cuentan con una larga lista de bienes e inmuebles que esta institución recibió como donación para ser administrados. Si bien es cierto en el pasado varias gestiones mostraron desidia y en algunos casos hasta se recogieron denuncias de irregularidad, está también la dificultad que encuentran aquellos que sí quieren hacerlo bien. Eso es tener que enfrentarse a los abusivos, los desconsiderados que se resisten a pagar o a desalojar locales destinados a generar fondos para que centros como el Puericultorio Pérez Araníbar o el Hogar de Ancianos Canevaro no tengan que pasar por tantas necesidades.
Los morosos de la beneficencia: perjudicando a niños y ancianos
Desde 1834 la misión de la Sociedad de Beneficencia de Lima es velar por niños y ancianos en situación de riesgo o abandono.