La contaminación sonora es hoy por hoy un grave problema en Lima y algunas ciudades del interior. Lo padecemos a diario en las avenidas con los insistentes bocinazos, los megáfonos y parlantes de vendedores ambulantes, además de la bulla de las construcciones. Por si todo esto, no fuera suficientes para cualquiera, ahora tampoco se puede dormir tranquilo en casa. Pasa en distritos supuestamente apacibles como La Molina, San Isidro o Barranco, donde de un tiempo a esta parte se ha flexibilizado el control como la regulación de los elevadísimos decibeles que algunas fiestas, sean jaraneras o religiosas, provocan.
Desvelados por el ruido: cuando el caos irrumpe en la tranquilidad del hogar
La contaminación sonora es hoy por hoy un grave problema en Lima y algunas ciudades del interior.