Esta semana, una torrencial lluvia sorprendió a los residentes de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, lo que provocó graves inundaciones y paralizó el tránsito en gran parte de la ciudad. Incluso, se registraron truenos como en las peores tormentas.
En cuestión de minutos, las calles quedaron convertidas en ríos y varios vehículos tuvieron dificultades para transitar. El aeropuerto de la ciudad también se vio afectada, así como el servicio de trenes, cuyas estaciones también se inundaron.
Muchos se preguntan cómo ocurrió una lluvia grandes dimensiones en una zona históricamente desértica, por lo que deslizaron la posibilidad de que la siembra de nubes impulsada por las autoridades podría haber provocado el aguacero sin precedentes.
¿SIEMBRA DE NUBES?
Representantes del gobierno de Emiratos Árabes Unidos salieron al frente a desmentir esta posibilidad, señalando que la siembra de nubes puede hacer llover, pero no estas condiciones, por lo que se atribuyó el fenómeno al calentamiento global.