Armando Julca llegó de su natal Cajamarca hace 15 años, aprendió a parchar llantas en el taller donde reparaba su silla de ruedas y ahora se gana la vida como vendedor de golosinas en La Molina. Armando con más de 20 operaciones en la columna invocó a los padres peruanos esforzarse por sus hijos pase lo que pase.
Aleccionadora historia de un vendedor golosinas que lucha por salir adelante
Armando Julca Llegó de su natal Cajamarca hace 15 años, aprendió a parchar llantas en el taller donde reparaba su silla de ruedas.