Un total de nueve piezas líticas del Complejo Arqueológico de Pucará (Lampa) fueron destrozadas, según denunció el arqueólogo Eduardo Arizaca Medina.
El hecho se realizó en la zona conocida como la plaza hundida del Templo de la Pirámide de Kalasaya, ubicada en el distrito de Pucará. El reciento arqueológico fue edificado en el año 200 a.C. por los antiguos pobladores del altiplano.
El investigador dijo además que tras denunciar los destrozos, sorprendentemente empezó a recibir amenazas y responsabilizó de ello al director regional de Cultura de Puno, Gary Mariscal.