La tarde de ayer arribaron a la provincia de Azángaro (Puno), los ataúdes de dos de los cinco pobladores que murieron luego de haberles impactado balas de fuego durante los actos de violencia perpetrados en Juliaca.
Los cuerpos corresponden a Raúl Cancapa Huaricallo de 38 años de edad, y Gregorio Huamán Mamani de 56, cuyos ataúdes fueron recibidos con efusivos aplausos para luego ser paseados por la ciudad.
Como se recuerda, en la víspera, efectivos policiales abandonaron la comisaría de dicha ciudad a bordo de siete camionetas porque la infraestructura de la dependencia policial sufrió atentados.
De otro lado, los pobladores lograron ingresar al aeropuerto Inca Manco Capac de Juliaca y tomaron la pista de aterrizaje en su intento de llegar hasta la torre de control y las oficinas de embarque del lugar. Afortunadamente se logró controlar la situación.
Posición del Gobierno
A raíz de los actos violentos ocurridos en Puno, el Ejecutivo publicó cinco leyes destinadas a solucionar la huelga que se vienen acatando en esta zona del país.
Se trata de dos resoluciones supremas y tres decretos supremos. El decreto supremo del Ministerio de Energía y Minas deroga el Decreto Supremo 083-2007 y dicta disposiciones dirigidas a prohibir actividades mineras en Huacullani y Kelluyo, provincia de Chuchito es una de las medidas más importantes.