La crisis económica en Bolivia se ha profundizado en los últimos meses, generando un ambiente de incertidumbre y descontento en la población. La escasez de alimentos y combustible ha desatado protestas en varias regiones del país, mientras que las largas filas en supermercados y estaciones de servicio se han convertido en parte de la rutina diaria de los ciudadanos. Ante este panorama, la posibilidad de una ola migratoria hacia países vecinos como Perú es cada vez más latente.
Las elecciones presidenciales previstas para agosto de 2025 marcarán un punto de inflexión en la historia reciente de Bolivia. Dependiendo de los resultados, la situación podría estabilizarse o, por el contrario, agravarse al punto de generar un éxodo masivo de ciudadanos en busca de mejores condiciones de vida.
Creciente escasez y protestas en Bolivia
Desde hace meses, los bolivianos han enfrentado dificultades para acceder a productos básicos como arroz, aceite y carne. En respuesta a esta crisis, el gobierno ha implementado medidas de regulación para la venta de estos insumos, limitando las cantidades que cada ciudadano puede adquirir. Sin embargo, estas restricciones han generado mayor malestar y numerosas manifestaciones en ciudades como La Paz y Santa Cruz.
Uno de los principales factores que ha exacerbado la crisis es la falta de divisas en el país, lo que ha complicado las importaciones de productos esenciales. Además, el sector energético enfrenta dificultades debido a políticas estatales que han reducido la inversión en hidrocarburos y exploración, lo que ha llevado a un aumento en la dependencia de combustibles importados.
Un manifestante en La Paz expresó su descontento: "Hemos esperado soluciones por meses, pero la situación solo empeora. Si no hay respuestas concretas del gobierno, tomaremos medidas más drásticas como un paro indefinido".
Perú, principal destino de la migración boliviana
Ante la crisis, cada vez más bolivianos optan por cruzar la frontera hacia Perú en busca de mejores oportunidades. Actualmente, cientos de ciudadanos ingresan diariamente al territorio peruano para comprar productos más accesibles o conseguir aquellos que ya no se encuentran en su país. Si la crisis persiste, se espera que un número significativo de estos migrantes decida establecerse en Perú de manera permanente.
Según el economista boliviano José Gabriel Espinoza, la escasez de dólares ha llevado a muchos ciudadanos a usar el sol peruano como moneda de intercambio en ciudades fronterizas como Desaguadero. Esto ha permitido que el flujo de personas y comercio entre ambos países se mantenga activo a pesar de la crisis.
La política migratoria peruana permite a los ciudadanos bolivianos ingresar sin necesidad de pasaporte ni visa, solo con su documento de identidad o la Tarjeta Andina de Migración, con una estadía permitida de hasta 90 días. Sin embargo, la experiencia de Perú con la migración venezolana ha evidenciado deficiencias en el control fronterizo y en la regulación de los extranjeros en el país.
Con el incremento de la crisis en Bolivia y la incertidumbre política de cara a las elecciones, Perú se mantiene como una de las principales opciones para los ciudadanos bolivianos que buscan estabilidad y mejores condiciones de vida.