A pocos días del inicio del Año Escolar 2025, un informe de la Asociación Empresarial Peruana para la Educación (IPAE) ha revelado una preocupante realidad: el 70.6% de los colegios públicos del país carece de servicios básicos como agua potable, electricidad y desagüe. Esta alarmante situación impacta de manera directa en la calidad educativa y pone en riesgo la salud y el bienestar de millones de estudiantes peruanos.
El mismo estudio detalla que el 52% de los locales educativos presenta un grave deterioro estructural, al punto de que requieren una demolición total debido al riesgo inminente de colapso. Esta situación es especialmente crítica en las zonas rurales y periféricas, donde el acceso a infraestructura educativa digna es aún más limitado.
Infraestructura colapsada y riesgo inminente
La precariedad de los colegios públicos no es una novedad, pero la falta de soluciones efectivas ha llevado a que miles de alumnos estudien en condiciones inadecuadas. Techos con rajaduras, paredes a punto de desplomarse, aulas prefabricadas que no resisten el paso del tiempo y servicios higiénicos en estado deplorable conforman el escenario en el que docentes y escolares deben desempeñarse diariamente.
Para los expertos, el problema no solo radica en la falta de inversión, sino también en la burocracia que frena la ejecución de proyectos de infraestructura. La demora en la licitación y construcción de nuevas escuelas hace que la crisis se agrave año tras año.
Soluciones propuestas: Inversión y descentralización
Especialistas en educación e infraestructura consideran que una de las soluciones clave es la promoción de Asociaciones Público-Privadas (APP), lo que permitiría atraer inversión privada para la construcción, equipamiento, gestión y mantenimiento de colegios.
Asimismo, se plantea la creación de un 'canon educativo', una medida que buscaría que una parte de los impuestos del sector privado se destine directamente a mejorar la infraestructura escolar en las regiones con mayores carencias. Esta iniciativa podría reducir la dependencia de los presupuestos estatales y agilizar la modernización de los locales escolares.
Educación privada y acceso equitativo
Según Jorge Camacho, director ejecutivo de Prodec, la educación privada también juega un papel clave en la equidad del acceso a la educación superior. Actualmente, el 44% de los estudiantes del nivel socioeconómico C, el 22% del D y el 6% del E asisten a colegios privados, lo que demuestra su impacto en la formación académica de diversos sectores de la sociedad.
Sin embargo, el informe advierte que la educación privada enfrenta múltiples trabas burocráticas que dificultan su desarrollo. Se menciona que los colegios privados deben cumplir con exigencias administrativas excesivas que no siempre garantizan una mejor calidad educativa. Para revertir esto, el informe propone la eliminación de normativas ineficaces y la simplificación de los trámites administrativos, con el fin de agilizar los procesos y optimizar el sistema educativo en su conjunto.