Alejandro 'Willy' Ramos es un buzo peruano que, tras un accidente en 2013, quedó con una inusual condición médica que lo mantiene 'inflado'. Su caso ha captado la atención mundial y se ha convertido en una historia de lucha, esperanza y resiliencia.
EL ACCIDENTE QUE CAMBIÓ SU VIDA
En 2013, mientras buceaba a más de 30 metros de profundidad en Pisco, Perú, Alejandro Ramos sufrió un grave accidente cuando una lancha dañó su manguera de oxígeno. Este incidente lo forzó a ascender rápidamente, sin el proceso de descompresión necesario. Como resultado, burbujas de nitrógeno quedaron atrapadas en sus tejidos, principalmente en el pecho y brazos, dejándolo con una hinchazón permanente que afecta su apariencia y salud física. Desde entonces, Ramos ha enfrentado no solo complicaciones médicas, sino también el impacto emocional de su condición.
El trauma del ascenso abrupto y la falta de descompresión adecuada dejaron a 'Willy' con una condición única en el mundo, caracterizada por el 'inflado' de su cuerpo. Este suceso alteró drásticamente su vida personal y profesional, llevándolo a episodios de ansiedad y depresión debido al rechazo social y la constante atención de quienes desconocen su situación.
LA ENFERMEDAD POR DESCOMPRESIÓN
El caso de Alejandro Ramos se relaciona con la enfermedad por descompresión, un trastorno que afecta a personas expuestas a cambios bruscos de presión, como buzos y pilotos. Esta enfermedad se presenta cuando el rápido ascenso a la superficie permite que los gases disueltos en la sangre formen burbujas, las cuales pueden dañar órganos, tejidos y hasta el sistema nervioso. En el caso de Ramos, las burbujas de nitrógeno quedaron alojadas en su cuerpo, provocando un ‘inflado’ visible en sus brazos y torso que lo convierte en un caso único.
SUEÑA CON VOLVER A BUCEAR
La vida de Alejandro Ramos ha servido de inspiración para personas de todo el mundo que también enfrentan condiciones difíciles. En 2018, su historia llegó a la BBC, donde compartió detalles de su accidente y cómo enfrenta día a día los efectos de su condición. Alejandro presenta un contorno de 62 y 72 centímetros en cada uno de sus bíceps, mientras su altura no llega a los 1,60 metros.
Sus pectorales, codos, espalda, caderas y muslos también presentan un volumen mayor al normal, además, esta hinchazón le genera dolor en los huesos y no le permite respirar con normalidad, pese a todas estas dificultades, Alejandro lucha por recuperar su vida y sueña con volver al mar para bucear de nuevo.