Un trágico suceso tuvo lugar en un bus interprovincial que cubría la ruta Lima - Bagua Grande, dejando a Fanny Gallegos Zubiate sumida en la angustia y el dolor. Durante un asalto en plena madrugada, perpetrado por un grupo de delincuentes a la altura de Salaverry, en Trujillo, las cenizas de su madre fueron robadas.
Fanny relató con lágrimas en los ojos cómo los asaltantes encañonaron al conductor de la empresa Divino Señor y abrieron la bodega del vehículo en busca de objetos de valor. Entre los afectados se encontraba Fanny, quien sufrió la pérdida más desgarradora: la urna que contenía las cenizas de su amada madre.
El dolor se intensificó cuando, al llegar a la ciudad de Chamaya, los choferes informaron a Fanny que su maleta no estaba entre sus pertenencias. Según les dijeron, otro pasajero que se dirigía a San Ignacio se había llevado su equipaje por error.
Movida por la esperanza de recuperar los restos de su madre, Fanny emprendió un viaje adicional hasta Jaén para encontrar al supuesto viajero. Sin embargo, su búsqueda fue en vano, ya que descubrió que la maleta había sido robada durante el asalto en Trujillo. Con profundo pesar, Fanny se une a las siete víctimas afectadas por este acto delictivo.
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Con el corazón destrozado, Fanny hace un llamado desesperado a los delincuentes para que devuelvan las cenizas de su madre. Para ella, es lo único que le queda de su ser querido fallecido, y anhela recuperar ese vínculo físico tan valioso.
