Un reciente estudio del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), reveló un aumento preocupante en la inseguridad alimentaria en Perú. La investigación muestra que siete de cada diez peruanos han tenido que reducir su consumo de alimentos en los últimos meses debido a la falta de recursos económicos.
Según el estudio, la proporción de familias que afirman haber dejado de comer con normalidad debido a la falta de recursos ha aumentado de un 41% a un 57% en los últimos tres meses. Esto implica que casi seis de cada diez peruanos han enfrentado la falta de alimentos en su hogar en los últimos meses debido a la insuficiencia de dinero.
La situación es aún más grave si se compara con los datos de 2012, cuando solo un 17% de las familias afirmaba haber experimentado la falta de comida en su hogar. Esto indica que la cantidad de hogares que quedaron sin alimentos es tres veces mayor que hace nueve años.
El estudio del IEP también revela que la crisis alimentaria es particularmente crítica en las zonas rurales del norte, oriente y fuera de Lima Metropolitana. En algunos casos, aunque la comida no ha faltado completamente en los hogares, las familias han tenido que reducir su consumo.
DATOS PREOCUPANTES
De acuerdo a los datos obtenidos, el 70% de los peruanos han tenido que disminuir la cantidad de alimentos que consumen, mientras que un 19% afirma que pudieron mantener su consumo, pero sacrificando otros gastos. Por otro lado, solo un 7% de las personas afirma haber mantenido sin problemas su ingesta de alimentos, una cifra menor a la registrada durante el año pasado.
Carolina Trivelli, investigadora principal del IEP, señala que esta situación afecta principalmente a los niños. "La crisis alimentaria está a la base del incremento en los problemas de malnutrición que el INEI viene registrando: más anemia infantil, desnutrición y problemas de sobrepeso por consumo de productos baratos y poco nutritivos. La mayor factura de las peores condiciones alimentarias la están pagando los niños", indica en la presentación del estudio.
Es importante mencionar que, según datos del INEI, la anemia en niños aumentó a 43.6% en la primera mitad del año y la desnutrición crónica volvió a elevarse luego de 12 años. Esta situación pone de relieve la necesidad urgente de abordar la inseguridad alimentaria en el país.