Recientemente, se anunció que Perú pagará parte de su deuda externa que asciende a $15 millones con los Estados Unidos, con acciones que permitan la conservación, protección y restauración de sus bosques tropicales.
Este plan se pondrá en marcha mediante el modelo de canje de deudas, un arreglo financiero que beneficia tanto a la economía del país como al medio ambiente. Además de esta suma, cuatro organizaciones no gubernamentales han contribuido con donaciones que ascienden a tres millones de dólares, destinados al mismo fin.
EN TOTAL SON $18 MILLONES
En total, la suma total para la preservación de los bosques es de 18 millones de dólares. Las áreas beneficiadas incluyen nueve regiones del país, entre las que destacan Madre de Dios, Cusco, Ucayali, Puno, Junín, Apurímac, Huánuco, Pasco y Loreto.
En palabras de Deyvis Huamán, director de gestión de las Áreas Naturales Protegidas del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), “este nuevo recurso va a contribuir a cerrar estas brechas de financiamiento o a fortalecer más el trabajo que venimos realizando con la conservación”.
El proyecto contempla una variedad de áreas naturales protegidas, incluyendo parques nacionales, reservas nacionales y comunales, bosques de protección, y áreas de conservación regional, entre otras. Según Huamán, las regiones seleccionadas poseen una “rica diversidad biológica en cuanto a animales y plantas”, así como una “diversidad cultural muy importante”.
El fin de este proyecto es fortalecer los medios de vida de las comunidades indígenas y la población local. Se prevé que la iniciativa de protección y conservación se ponga en marcha en aproximadamente seis meses. Además de conservar y proteger las áreas, el fondo también buscará mejorar los sistemas de vigilancia y control, apoyándose en mejores tecnologías para afrontar actividades ilícitas que amenazan los bosques, como la tala y la minería ilegal.
Por último, pero no menos importante, el proyecto tiene como objetivo promover actividades económicas sostenibles, proporcionando alternativas de ingresos para la población local que depende de estos ecosistemas. Todas estas medidas unidas, ayudan a asegurar tanto el bienestar de la población como la preservación del patrimonio natural de Perú.