Graves consecuencias al sistema alimentario a nivel mundial está trayendo la escasez de fertilizantes que se vive por la coyuntura de la guerra entre Rusia y Ucrania, así como por el alza de alimentos, como el trigo con alzas de alrededor de 50 % desde inicios del presente año.
Ante esto, el Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura del Ministerio de la Producción viene impulsando la investigación y asistencia técnica, la promoción y elaboración de fertilizantes orgánicos, usando los residuos de la pesca y acuicultura como principal materia prima.
Esto constituye una alternativa ante el actual escenario de escasez de fertilizantes y crisis alimentaria a nivel mundial. Especies como la trucha, las macroalgas, los residuos del procesamiento del pescado, biofouling (uso de microorganismos que se acumulan en sistemas de cultivo de la concha de abanico), entre otros, son los insumos principales.
“A través de procesos innovadores, se pueden producir biofertilizantes de alto rendimiento para la agricultura, a la vez que se está contribuyendo a solucionar problemas ambientales como la contaminación, al darle un segundo uso a los residuos de la pesca”, indicó Produce.
INVERSIÓN
El Estado peruano viene invirtiendo en la implementación de estos proyectos aproximadamente S/ 2.8 millones en alianzas público privadas con empresas privadas, universidades, asociaciones de pescadores, y otros agentes de innovación del sector pesca y acuicultura.
Uno de estos ejemplos es el proyecto de elaboración de abono orgánico a base del biofouling retirado de los sistemas de cultivo de concha de abanico, como parte de las acciones para la gestión integral y disposición final adecuada de los residuos sólidos generados en la empresa acuícola Aquacultivos del Pacífico SAC, en la provincia del Santa (Áncash).
También destaca el proyecto para la elaboración de abono líquido, bajo la marca Bioferpez, a partir del reaprovechamiento de residuos de la pesca artesanal.
“Desde Produce existe el interés en transferir estas tecnologías para la producción de abono orgánico y fertilizantes mediante acciones para la adopción tecnológica en comunidades locales a partir de julio de este año”, finalizó la institución.
