El Perú es el segundo país a nivel mundial donde más se consume panetón. La tradición llegó a nuestras costas con la colonia italiana y se popularizó desde la segunda mitad del siglo XX. Hay magia en este bizcocho y eso es algo que lo sabemos por experiencia: tanto lo queremos que hemos ampliado nuestra devoción más allá de Navidad.
Aquí te compartimos 10 datos clave para entender los motivos que lo hacen un sinónimo de felicidad. Disfrute su tajada de panetón sin culpas, pues una vez al año (de julio a diciembre pueden pasar tantas cosas) no hace daño.
1. El panetón “a la peruana” tiene sus propias particularidades. No es un bizcocho redondo y chato, sino es más bien ligeramente alto. Además, lleva pasas negras y frutas confitadas. La gran mayoría de estas últimas suelen elaborarse con papaya y con la parte que separa la cáscara de la pulpa de la sandía.
2. Para que un panetón sea panetón es obligatorio que tenga más del 30% de frutos confitados, pasas u otros elementos. Se trata de un pan especial, de celebración.
3. ¿A qué huele un panetón? En realidad descifrar su aroma no es tarea sencilla. Es frecuente utilizar esencias, ya sean artesanales o industriales. No hay una fórmula exacta. Ron, mantequilla, vainilla, notas frutales a pasas y naranjas, azúcar e incluso chirimoya se encuentran dentro de este bouquet.
4. Los panetones no se hornean en moldes. La masa se coloca en unas bolsas de papel conocidas como pirotines de panetón. Se hacen con papel especial para horno (glassine o kraft) y este elemento resulta imprescindible para prepararlo como corresponde.
5. El panettone es un pan dulce de masa brioche con versiones regionales repartidas por todo Italia, pero se considera a la ciudad de Milán como la cuna de este pan festivo, que se consume casi exclusivamente en Navidad (en ocasiones se encuentra en Pascuas).
6. En el Perú, la venta durante las primeras décadas del siglo XX era de nicho y solo para la colonia italiana. La llegada de Motta en la década del 50 popularizó la tradición. Así, la década del 60 supuso la industrialización y masificación del panetón en estas costas, con marcas como D’Onofrio y Rovegno.
7. El Perú sigue siendo el segundo país del mundo con mayor consumo per capita de panetón, después de Italia. Casi 40 millones de unidades comimos los peruanos en 2019.
8. La hebra o miga del panetón es otro de sus sellos. Esta debe ser aireada, esponjosa, suave y delicada. Una técnica pulida, con fermentación de mayor tiempo y elementos de calidad para perfilar los sabores, marca la diferencia.
9. ¿Cómo reconocer un mal panetón? Jamás debe oler a alcohol o a nada artificial. Asimismo, la miga no debe ser seca ni desmigarse. Al aplastarlo nunca debe estar duro: tiene que regresar naturalmente a su forma original.
10. Hoy encontramos panetón durante todo el año y en todo tipo de establecimientos. En los últimos años se ha popularizado la versión hecha solo con chispas de chocolate (tanto artesanal como industrial), pero también novedades como helados, budines y hasta cupcakes.