La dependencia emocional es un trastorno de la personalidad, en el que el paciente, en estado de sumisión, siente que no puede hacer las cosas por sí mismo, busca la atención y cuidado de otra persona, a tal punto que toda acción cotidiana siempre la consultara con el individuo de quien depende.
Los especialistas explican que este podría ser uno de los factores que inciden en los casos de las mujeres que son víctimas de violencia familiar. Estudios refieren que las personas agredidas evidencian más rasgos de dependencia y minimizan la gravedad del ataque que sufrieron.
Por eso es muy importante tratar la dependencia emocional que se caracteriza principalmente por un nivel de sumisión, pobre autoestima y valoración personal, e ideas de sobre valoración de la persona de quien se depende.
Estos rasgos que se evidencian desde la mayoría de edad son muy marcados y se prologan a lo largo de la vida si no se reconoce el problema y se busca el tratamiento.
En las personas dependientes existe una sobre identificación hacia otra persona, temor a la soledad, un sentido de insuficiencia, disminución de autoestima, de autonomía, frases como: “yo no valgo, yo no sirvo”, se repiten. Ideas de sobrevaloración, exageración de las capacidades de la pareja, o de la persona de la que yo dependo, pensamientos polarizados, de que me puede hacer daño, o que sin esta persona no puedo salir adelante y temor a ser abandonados.
Existen dependencias de los padres, de algún otro familiar, de alguna amistad, pero la dependencia de la pareja es la más común o la más frecuente, disminuyendo la libertad individual.
El origen podría darse durante la infancia, si de niño no hubo una adecuada relación con los padres, sino que se vivió un ámbito de violencia, sumisión o agresividad. Entonces se crecerá buscando la sumisión a la figura de poder en casa, lo que generaría un trastorno de dependencia emocional. Existen diversos factores sociales y culturales, pero la autonomía y la autoestima que se generan en la infancia son de suma importancia.
En el Perú las mujeres tienen hasta 2 o 3 veces más posibilidades de tener rasgos de dependencia emocional que los varones. Es por eso tan importante partir por el reconocimiento de esa condición emocional y acudir al especialista para el abordaje y tratamiento respectivo que nos devuelva la salud mental.