Debido a la pandemia de Covid19 y la suspensión de conciertos, la cantante folclórica Tania Cuadros Hinostroza, conocida como “Dulzurita de Tayacaja”, se dedicó los últimos meses, junto a su madre, a la compra y exportación de paltas, para poder vivir. Todo marchaba bien hasta el último miércoles por la noche.
Minutos antes de acostarse, tocaron la puerta de su casa, ubicada en jr. Pío Pata 321, El Tambo, Huancayo, y dejaron debajo de la puerta una carta con amenazas y tres balas: “Primera advertencia, no estamos jugando, paga tus deudas o tus hijos pagarán por ti.”, decía el mensaje, desatando el pánico en la familia.
“Tememos por nuestras vidas, nunca hemos hecho mal a nadie. Recién estamos recuperándonos de la enfermedad (toda la familia de contagio de Covid-19) y nos hacen esto”, dijo solloza la destacada artista, quien pidió ayuda a la Policía Nacional. La carta estaba dirigida a su madre Juvenalda Hinostroza.
