El 25 de diciembre es una fecha que los pobladores del distrito de Santo Tomás, en Cusco, esperan con ansias porque es tiempo de Takanakuy, palabra quechua que significa ‘golpearse entre sí’, una celebración de Navidad para ‘limar asperezas’.
Todos se congregan en la plaza de toros del pueblo como parte del Takanakuy en Navidad. Acto seguido, quien tenga un conflicto con otra persona se coloca en el medio del coliseo y grita su nombre. Si el aludido se asoma aceptó el reto.
Cada lucha dura aproximadamente 3 minutos y solo se permiten golpes de puño y patadas. No se puede atacar por la espalda a la persona, tirarse encima del rival o golpearlo si este cae al suelo. Al término, ambos se abrazan y sellan la paz.
En esa línea, aquellos que siguen la tradición pueden vestir máscaras de lana, tocados de animales disecados encima de la cabeza y botas. Además, grupos de danza demuestran su destreza bailando entre el inicio y fin de cada enfrentamiento.
Origen del Takanakuy
Esta celebración se remonta a la época de la Colonia, cuando los españoles forzaban a los esclavos a luchar entre ellos solamente por diversión cada 25 de diciembre. Tras este período, el Takanakuy se fusionó con la Huaylía, que consiste en cantos y danzas de resistencia inca.
De esta manera, esta tradición se trasformó en un mecanismo para solucionar los problemas y mantener vivo el espíritu guerrero. Desde antes que se constituya la Navidad, los residentes de Santo Tomás hacen el Takanakuy, que es una costumbre occidental.