La crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus, reveló la radiografía de las condiciones de vida de la población migrante en Perú, segundo país con más venezolanos en el mundo, según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
RETOS FRENTE A LA EMERGENCIA SANITARIA DEL CORONAVIRUS
Antes de la llegada de la Covid-19 al Perú, los migrantes y refugiados venezolanos ya eran considerados población vulnerable frente al limitado acceso a servicios sanitarios, educativos y laborales.
Tras el Decreto Supremo en el que se anunció el estado de emergencia y demás medidas restrictivas por el Gobierno peruano que, buscaban frenar la propagación del virus en el país, la situación se agudizó, incluso un porcentaje significativo de venezolanos regresó a su país natal.
Se trata de más de 30.000 migrantes que regresaron a Venezuela frente a las normas que establecían cumplir una cuarentena en la que debían permanecer en sus domicilios, en su mayoría personas dedicadas al comercio informal que vivían del día a día, por lo que se vieron impedidas a acceder a productos de primera necesidad y corrían el riesgo de ser desalojadas de las viviendas que alquilaban por no contar con el pago, es por ello que decidieron retornar, según un informe de la Defensoría del Pueblo.
En una entrevista para Panamericana Televisión, Percy Castillo adjunto de Derechos Humanos de la Defensoría explicó que, la atención hacia la población migrante y refugiada se convirtió en prioridad institucional, por lo que con apoyo de Acnur se constituyó un equipo de trabajo que atiende las necesidades de los migrantes en 10 regiones del país.
“Actualmente se requiere una urgente política de regularización migratoria y acciones que favorezcan la inserción en el ámbito laboral, para que los migrantes puedan generar recursos y a su vez reactivar la economía. También es necesario atender el acceso a los servicios de salud y educación para refugiados y migrantes en el país”, expresó Percy Castillo.
SUBSISTENCIA EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS
En el Perú más del 70% de su población trabaja en la economía informal, según la Cámara Nacional de Comercio, Producción, Turismo y Servicios (Perucámaras), situación que impacta significativamente en la inserción laboral de los migrantes.
El 34 % de los venezolanos perdió su trabajo durante la cuarentena y se encuentra buscando empleo, de acuerdo a la segunda encuesta regional a la población migrante venezolana, realizada por el Centro para el Desarrollo Económico (CenDE).
El estudio también reveló que, el 57 % tuvo que pedir dinero prestado y el 29 % vendió bienes del hogar ante la falta de recursos económicos para subsistir cumpliendo con las medidas decretadas por el gobierno frente a la pandemia.
La regularización del estatus migratorio representa el principal desafío para la comunidad venezolana, ya que desde el momento en el que se dejó de otorgar el Permiso Temporal de Permanencia (PTP) a finales del año 2018, se cerraron canales para que los migrantes puedan optar a una residencia regular y las alternativas habilitadas no eran sostenidas en el tiempo, así lo señala Gustav Brauckmeyer, director Ejecutivo del CenDE en entrevista con Panamericana Televisión.
Sin embargo, no sería el único reto. La xenofobia de la que han sido víctima el 72 % de los encuestados, dificulta el acceso a mejores oportunidades laborales y se ha convertido en un factor determinante que imposibilita generar cambios eficientes en el país receptor. “El estudio busca que las políticas públicas que implementen las instituciones peruanas tengan en cuenta esta realidad, para que se puedan lograr cambios positivos que lleven a una mejor integración y minimicen los problemas y tensiones sociales”, mencionó Brauckmeyer.
OPORTUNIDADES DE LA COMUNIDAD MIGRANTE
La comunidad venezolana representa un capital humano para estimular el desarrollo económico y social de los países receptores, así como disminuir las brechas profesionales que existen.
Según un estudio realizado por BBVA Research, el impacto fiscal de la migración venezolana en Perú es positivo, ese se refleja en el 0,08% del PIB en promedio anual para el 2018 y 2019.
Por ejemplo, durante la emergencia sanitaria y tras una disposición del gobierno peruano se autorizó que, médicos extranjeros se sumen a la lucha contra el coronavirus. Hoy más de 2.000 profesionales de la salud venezolanos han manifestado su deseo de combatir la pandemia.
El dato
Según la Superintendencia Nacional de Migraciones, 829 755 venezolanos han registraron su ingreso al Perú.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante, ante el aumento de los flujos migratorios en el mundo.
