La primera boda religiosa en medio de la pandemia de Covid-19, se realizó en la parroquia Sagrada Familia, del distrito de Nuevo Chimbote, en Áncash. Los novios cumplieron con todas normas de bioseguridad para darse el ‘sí, acepto.’
Ingrid y Óscar, tras una relación 5 años, fijaron como fecha para su matrimonio religioso el 10 de julio último. Por tratarse de un día muy especial para la pareja decidieron continuar con sus planes de boda, pero con una serie de grandes cambios.
El número de invitados, el banquete y fiesta quedó de lado, cumplieron con el protocolo de seguridad, el aforo de 10 familiares asistentes, el respeto estricto del distanciamiento social, una ceremonia de solo 10 minutos, etc, informa Perú21.
Luego de la misa, los nuevos esposos y la familia, que sumaban un total de 15 personas se reunieron para un almuerzo, en un ambiente previamente habilitado, en la privacidad de su vivienda y cumpliendo con un lapso de 2 horas.