En la ciudad Huancayo, agentes de la policía dispersaron a cientos de conductores que salieron a la calle, para pedir a las autoridades que los dejen trabajar desde este lunes al cien por ciento, pero bajo la modalidad del pico y placa en pleno estado de emergencia por el coronavirus COVID-19.
Estos transportistas aseguran que cumplen todos los protocolos para poder trabajar y hacer taxi o colectivo, según indican han acondicionado sus unidades para separar al conductor de sus pasajeros.
Por otro lado en Pucallpa, un grupo de ambulantes agredió al personal de fiscalización para evitar que retiren sus productos de la vía pública. Estas personas ya habían sido notificadas en múltiples oportunidades advirtiéndoles que no podían vender sus productos sin las medidas sanitarias correspondientes, sin embargo decidieron desobedecer esta orden y se posesionaron de las veredas colocando su mercadería en las calles.
De igual forma vecinos de Cañete se opusieron y protestaron por la construcción del cementerio COVID-19, ya que reclamaron que nunca fueron notificados.
Mientras en la Libertad la Policía intervino a un grupo de personas justo cuando cargaban y llevaban el féretro al cementerio San Agustín para sepultarlo. Un agente de la comisaría de Huamachuco se paró frente al cortejo y les exigió a los deudos y amistades de la fallecida que trasladen el cadáver en una camioneta y que los demás se retiraran a sus casas.
