Javier del Águila, jefe de la RNPS, señaló que la actividad forma parte de los programas de conservación y protección de recursos naturales de la reserva, impulsados por los sectores público y privado.
La tortuga charapa ha habitado la tierra por más de 158 millones de años y actualmente, en Perú, es considerada como una especie en vías de extinción, mientras que la taricaya, de menor tamaño, figura en la lista de especies vulnerables.
Del Águila explicó que el proyecto de conservación de la charapa es ejecutado únicamente por guardaparques de la RNPS, porque sus huevos son “muy frágiles” y no “resisten” la manipulación humana.
“Los huevos de las tortugas charapa no pueden ser trasladados de un lugar a otro como se hace con los de las taricayas porque son muy frágiles. Cualquier cambio de temperatura puede afectar la sobrevivencia de la cría”, comentó.
Por ello, agregó, entre agosto y octubre los guardaparques realizan expediciones al campo para monitorear el proceso de incubación de los huevos, que fueron dejados por las hembras adultas en las playas formadas por los ríos de la RNPS.
“Por días se espera el momento en que las tortugas rompen el cascarón y salen para ver por primera vez la luz solar. Tras ser marcadas son liberadas al río para que continúen su desarrollo natural”, anotó.
Entre los meses de noviembre a diciembre se liberarían 30 mil tortugas charapa bebés en la reserva Pacaya Samiria, si la crecida de los ríos no afecta los huevos.
Del Águila indicó, en otro momento, que a partir de octubre se estarían liberando otras 30 mil crías de tortugas taricaya.
A diferencia de las charapa, aclaró, los huevos de la especie taricaya pueden ser trasladados a playas artificiales de la RNPS para ser monitoreados por la población.
La liberación de esas crías constituye toda una “fiesta” en la reserva nacional, anotó.
La reserva ocupa el 1.5 por ciento del territorio nacional y abarca una de las mayores depresiones de la Amazonía, conformada por las provincias loretanas de Alto Amazonas, Ucayali, Loreto y Requena.
En la RNPS viven 449 variedades de aves, 102 de mamíferos, 69 de reptiles, 58 de anfibios, 256 de peces y mil 024 especies vegetales silvestres y cultivadas.
Algunas de las especies amenazadas y en peligro de extinción que habitan la reserva son el lagarto negro, el lobo de río, el manatí (mamífero acuático), el delfín rosado, la maquisapa, la sachavaca (mamífero terrestre) y el guacamayo rojo.