Hasta los dos años Adrianita era una niña sana, pero se enfermó y presentó vómitos, fiebre, sus padres no supieron que estaba convulsionando hasta que la llevaron a un hospital y aunque creían que era algo pasajero, ella no volvió a ser la misma.
Su familia, quienes vivían en Huaraz, comentan con nostalgia que ella luego de ese terrible episodio no podía moverse, su cuerpo no respondía, no alzaba la cabeza y sus piernas estaban dobladas, por ello viajaron hasta Lima a buscar aquí una respuesta.
Una familia les donó un terreno en un asentamiento humano en Comas ya que no tenían dinero para sostener un hogar y menos los tratamientos de Adrianita, hasta que les recomendaron la Clínica San Juan de Dios y todo comenzó a mejorar.
Allí les dijeron que podrían a su pequeña sin costo alguno y aunque el diagnóstico de Adrianita es una parálisis cerebral espástica, han logrado sobrellevarlo y cada día mejorar un poco en su desarrollo.