En el distrito de Chongos Bajo, en Huancayo, cada tres de noviembre se celebra la tradicional misa y bendición a cráneos, un ritual que busca rendirle culto a las calaveras de sus seres queridos.
El ritual denominado Tullupampay (hueso enterrado en quechua) es una tradición con más de 500 años de antigüedad y la única actividad en honor a los cráneos de los abuelos, tatarabuelo, entre otros parientes, según indicó el alcalde del distrito, Timoteo Munive.
La creencia es que las calaveras, que son restos humanos verdaderos, cuidan las casas y chacras de quien lo tiene, incluso, en ocasiones se les coloca una piedra con un jebe para que la lancen en defensa de la vivienda.
Por estos días, más de 20 cráneos fueron llevados hasta el cementerio del distrito para escuchar la misa.