Según las primeras informaciones, entre 7 y 10 madereros fueron ultimados por los nativos en la localidad de Sonabeni, en el distrito de San Martín de Pangoa, Junín.
Trascendió que esta acción sería un ajuste de cuentas, pues en mayo pasado unos sicarios asesinaron de varios disparos a Paulo Pio Peña, un importante líder asháninka.
Tras su captura, los dos homicidas del dirigente confesaron que habían sido contratados por un maderero de la zona, ya que Pio Peña no les permitía ingresar a su territorio para extraer la madera.
La masacre ocurrió hace un par de días y recientemente se dio a conocer por dos de los sobrevivientes de la matanza, quienes recién han podido salir de la selva.