La Dirección Regional de Cultura advirtió también de otras zonas arqueológicas violentadas como: Sacsayhuamán, Ollantaytambo y Pisac en la que las inscripciones hechas con pintura, plumones y hasta con corrector líquido proclaman incluso mensajes de amor.
Este atentado contra el patrimonio histórico pareciera inofensivo ya que la pintura es removible, pero según el director de Investigación y Catastro, Alfredo Mormontoy, los químicos que son utilizados dañan de forma irreparable las piedras.
Una de los sitios más afectados sería la zona de Pampa del Castillo, dentro del complejo de Kusicancha; en junio pasado fueron cerca de 60 metros de muros incas afectados con pintura fosforescente naranja.
Desde inicios del 2011 hasta la fecha son 500 los grafitis que atentaron contra los muros de la ciudad Imperial. El especialista, Alfredo Mormontoy, señaló además que la única manera para prevenir estos hechos es educando a la población, ya que son los jóvenes que salen a divertirse en discotecas los que con frecuencia cometen estos actos.
