La tragedia se registró en el socavón de la mina artesanal Carbonera, ubicada en la quebrada de Pavas, frente a la ciudad de Caraz, capital de la provincia de Huaylas.
Los fallecidos, quienes habrían inhalado gas metano, fueron identificados como Reinaldo Estanque Gonzáles (54) y su hijo Wílder Estanque (16), quienes fueron rescatados por sus compañeros y trasladados a la morgue del hospital de Caraz.
Según el jefe de la Brigada Élite de Auxilio y Rescate, Carlos Ponce, ambas víctimas solo tenían como medida de protección, un polo amarrado en la cabeza para proteger su nariz, lo cual habría facilitado la intoxicación mortal.