El informe 2011 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes-JIFE de la ONU indicó que el año pasado se alcanzó las 61,200 hectáreas, apenas 800 menos que las registradas en Colombia, el principal productor del mundo.
El documento advierte sobre un incremento del 2% –unas 1,300 hectáreas– en la extensión de los cultivos. Se trata del quinto aumento consecutivo anual en Perú, una tendencia inversa a la de Colombia.
Según la JIFE y la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas-Devida, el crecimiento se puede atribuir a “una mayor demanda mundial de cocaína y a la erradicación intensiva en los países vecinos, que ha causado el desplazamiento del cultivo al Perú”.