Diecisiete días después de cometido el asesinato de la abogada tributarista, Elizabeth Vásquez Marín, las investigaciones policiales concluyeron que la responsable del crimen fue su propia hija, Elizabeth Espino Vásquez (22), quien ayer confesó abrumada por las evidencias, luego de ser detenida en horas de la mañana.
Fernando González (24), enamorado de Elizabeth que salió en los últimos días a los medios para proclamar su inocencia, y su amigo Jorge Cornejo (21) también fueron detenidos por los agentes tras ser acusados de participar en el crimen que fue planificado. La joven fue detenida a las 11.45 de la mañana. A las 5:23 de la tarde fue arrestado González Asenjo, y el tercer cómplice, Cornejo Ruiz, a las 10:11 de la noche.
De acuerdo a fuentes policiales, los tres estrangularon y golpearon a la letrada dentro de su vivienda en Lince el pasado 27 de enero. Espino Vásquez narró que hizo entrar a sus amigos cuando su madre se estaba duchando. Al salir de la ducha, la confrontaron. Los jóvenes se abalanzaron sobre la abogada y la golpearon, en el cuerpo y la cabeza, para evitar que llegue a la puerta en busca de ayuda. Luego la asfixiaron con el afán de acallar sus gritos.
“Sí, nosotros la matamos. Estaba cansada de sus reglas, que haz esto, que haz lo otro, que no te juntes con ese chico. Nada le gustaba, nadie era perfecto, mientras que ella podía hacer todo después de que se separó de papá”, contó Elizabeth Vásquez a los policías.
Los agentes de Homicidios de la Dirincri pidieron la detención de la pareja de enamorados tras las pruebas halladas en las diferentes escenas del crimen. La Policía halló sangre de madre e hija en la cochera del departamento y las huellas de González en la camioneta en la que abandonaron el cadáver en Barranco.
Además, Elizabeth Espino sostuvo en principio que su mamá salió de su casa al recibir una llamada. Los agentes policiales descubrieron que esa llamada nunca sucedió. Por el contrario, se hallaron llamadas entre el celular de Elizabeth y González.
Sus asesinos pretendieron hacer pasar el crimen como un ajuste de cuentas por parte de un socio descontento, el narcotráfico o secuestradores al paso, y por ello inventaron la llamada telefónica de madrugada y abandonaron el cuerpo en la maletera de su auto.
El papá de Elizabeth Espino es el Presidente de la Corte Superior de Justicia de Amazonas y ex fiscal antidrogas Alejandro Espino, quien días antes no tuvo palabras de elogio contra el enamorado de su hija y hasta pareció incriminarlo en el crimen.