Un estudio científico internacional publicado en la revista Remote Sensing puso en evidencia la profunda desigualdad ambiental que atraviesa Lima Metropolitana. La investigación, desarrollada a partir del análisis de imágenes satelitales entre 1986 y 2024 y con participación de la Universidad Científica del Sur, demuestra que la reducción de áreas verdes urbanas está directamente asociada con el incremento de la temperatura superficial del suelo en distintos distritos de la capital.
El análisis comparó la evolución de la cobertura vegetal con los registros térmicos urbanos y confirmó que los espacios verdes cumplen un rol clave como reguladores naturales del calor. Los distritos que lograron conservar o ampliar parques, árboles y zonas arborizadas presentan un crecimiento térmico más moderado, mientras que aquellos afectados por la expansión urbana desordenada registran temperaturas significativamente más elevadas.
Distritos con menos áreas verdes concentran mayor calor urbano en Lima
De acuerdo con los resultados del estudio, distritos como La Molina, San Isidro, Miraflores, San Borja y Santiago de Surco destacan por haber incrementado notablemente sus áreas verdes en las últimas décadas, lo que ha contribuido a mitigar el impacto del calor. En contraste, zonas como Carabayllo, San Martín de Porres, Puente Piedra, Ate, Comas y El Agustino figuran entre las más afectadas por la pérdida de cobertura vegetal y el aumento sostenido de la temperatura superficial.
Los investigadores advierten que esta situación tiene consecuencias directas en la salud y el bienestar de la población, especialmente en sectores con viviendas precarias y techos de calamina, donde las temperaturas pueden superar los 32 grados. Además de los riesgos físicos asociados al llamado “efecto isla de calor”, también se identifican impactos negativos en la salud mental y en la calidad de vida de quienes habitan entornos dominados por el concreto y la ausencia de espacios naturales.


