La Línea 1 del Metro de Lima enfrenta un preocupante incremento en los casos de suicidios, lo que ha provocado constantes suspensiones temporales del servicio. Estas interrupciones afectan directamente a miles de pasajeros que deben buscar rutas alternativas o simplemente esperar, sin recibir información clara sobre lo que ocurre. “Estamos acostumbrados a venir, entrar y avanzar rápido. Ahora no nos dicen nada”, expresó una usuaria visiblemente frustrada.
Las demoras no solo alteran la rutina, también impactan a quienes tienen citas médicas, compromisos laborales u otras urgencias. “Tenía que ir al trabajo y luego a un chequeo. Ya estamos acostumbrados a que cierren todo cada vez que pasa algo”, comentó otra afectada. El malestar entre los usuarios es evidente, pues el tren eléctrico fue creado para aliviar el tráfico y facilitar los traslados en la ciudad, no para convertirse en una fuente de incertidumbre.
Edwin Derteano, presidente de Transitemos, señala que la responsabilidad recae en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). “El MTC debe estar preocupado porque están usando su infraestructura para suicidarse”, sostuvo, e hizo un llamado urgente a implementar medidas preventivas. Criticó la inacción frente a un problema que afecta una necesidad básica como el transporte.
PROPUESTA DE SOLUCIONES
Derteano propuso soluciones concretas, como la instalación de barreras de seguridad, similares a las colocadas en el Puente Villena, donde incluso se añadieron elementos visuales para generar un entorno más positivo. También mencionó el caso de Japón, donde la implementación de luces azules en las estaciones logró reducir en un 84% la tasa de suicidios. Según él, ya es momento de dejar de “tirarse la pelota” y actuar con urgencia.