Un grupo de obreros descubrió un artefacto explosivo mientras realizaban excavaciones para la instalación eléctrica de una vivienda en el jirón Puño, en San Juan de Lurigancho. En un primer momento, el objeto fue confundido con una tubería, pero resultó ser una granada de mortero con un alcance de hasta 8 kilómetros.
El hallazgo se produjo cuando los trabajadores, que laboran como terceros para una empresa, golpearon accidentalmente el artefacto mientras cavaban en la vereda. De inmediato, informaron a su supervisor, quien alertó a las autoridades.
Agentes de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) se hicieron presentes en el lugar para evaluar la situación. El coronel a cargo indicó que el explosivo, aunque deteriorado y con más de 10 años de antigüedad, no tenía espoleta, lo que reducía el riesgo inmediato.
EXPLOSIVO HABRÍA ESTADO EN EL LUGAR POR MÁS DE 10 AÑOS
Según las primeras indagaciones, el explosivo habría permanecido en la zona por más de una década, posiblemente debido a que el área fue utilizada como lugar de entrenamiento militar en el pasado. Finalmente, los agentes de la UDEX trasladaron el artefacto a una zona segura, donde procedieron a su destrucción.