El futbolista Jean Deza está en el ojo del huracán tras la denuncia presentada por su expareja, Gabriela Álava, por presunta agresión física y psicológica ocurrida el pasado 1 de enero en su departamento en San Miguel. La acusación ha generado gran conmoción pública, desencadenando la desvinculación del jugador de su club y el inicio de una investigación preliminar por la Fiscalía.
DETALLES DE LA DENUNCIA Y REPERCUSIONES LEGALES
Según el testimonio de Gabriela Álava, el altercado comenzó después de las celebraciones de Año Nuevo y escaló cuando intentó abandonar el departamento de Deza. La modelo afirmó haber sido víctima de golpes, intentos de asfixia y patadas, lo que la dejó inconsciente por varias horas. El parte policial, difundido por Latina, confirma las lesiones y detalla que la agresión se investigará como un presunto feminicidio en grado de tentativa.
La Segunda Fiscalía Especializada en Violencia contra la Mujer de Lima Centro asumió el caso y ordenó diligencias, incluyendo la declaración de la agraviada en cámara Gesell, testimonios, pericias médico-legales y una inspección en el lugar de los hechos. Mientras tanto, el club Juan Pablo II, con el que Deza había firmado contrato recientemente, anunció su separación definitiva del jugador.
SILENCIO EN REDES SOCIALES Y RECHAZO PÚBLICO
En medio de la controversia, Jean Deza optó por cerrar sus redes sociales, evitando así el aluvión de críticas que suelen acompañar casos de esta naturaleza. Ni el futbolista ni su defensa legal han emitido declaraciones públicas. Este movimiento ha sido interpretado como un intento de aislarse del escrutinio mediático mientras avanza la investigación.
La denuncia se suma a un historial de conductas controvertidas que han afectado la trayectoria del jugador, quien ahora enfrenta no solo el rechazo de la opinión pública, sino también la pérdida de oportunidades en su carrera.
