A pocos días de Navidad, los peruanos han dejado claro cuál es su principal deseo para el próximo año: vivir en un país más seguro. Según una encuesta de Datum, el 32% de los encuestados eligió como su mayor anhelo la disminución de la delincuencia, las extorsiones y el sicariato.
Este deseo refleja una preocupación colectiva que supera los clásicos pedidos navideños, especialmente entre los habitantes de Lima y Callao, donde el porcentaje alcanza el 40%.
El pedido de mayor seguridad no surge sin motivo. Durante 2024, el país experimentó un aumento notable en los delitos, especialmente en extorsiones y asesinatos vinculados a bandas criminales. De acuerdo con el Sistema de Información de Defunciones (Sinadef) del Ministerio de Salud, hasta noviembre de este año, más de 1.800 personas perdieron la vida debido a actos delictivos.
Estos números han transformado las calles en entornos peligrosos y han alimentado un clima de desconfianza hacia las autoridades, quienes, a pesar de implementar medidas, no han logrado revertir la percepción de inseguridad entre los ciudadanos.
PANORAMA PESIMISTA PARA 2025
La encuesta de Datum también evidencia el pesimismo de los peruanos sobre el futuro. Un 69% de los encuestados considera que 2024 fue un año negativo, y el 68% anticipa que 2025 será incluso más complicado. Esta perspectiva refuerza la necesidad de un cambio urgente en la estrategia de seguridad ciudadana, una prioridad que la población espera que las autoridades aborden con seriedad y efectividad.