Con el inicio de la temporada de verano, las altas temperaturas han comenzado a favorecer la aparición de polillas en diversas regiones de América del Sur. Según el Museo de Historia Natural de Chile (MHN), estas mariposas nocturnas, del orden de los lepidópteros, son atraídas por las luces y suelen instalarse en los hogares, especialmente durante las noches.
Aunque su presencia puede resultar incómoda para algunas personas, las polillas cumplen funciones esenciales dentro del ecosistema. Son importantes polinizadoras, especialmente durante la noche, cuando muchas plantas dependen exclusivamente de estos insectos para su reproducción, en ausencia de abejas.
Además, tanto en su etapa de larvas como en su fase adulta, son una fuente vital de alimento para aves, anfibios, reptiles y mamíferos. Según Hugo Benítez, biólogo y académico de la Universidad Católica del Maule, “no representan ningún peligro para las personas, ya que no transmiten enfermedades ni son venenosas. Su rol como polinizadoras es especialmente crucial en un contexto de disminución de abejas”.
CÓMO EVITAR QUE ENTREN EN LA CASA
Para quienes buscan minimizar su presencia en el hogar sin recurrir a insecticidas, expertos sugieren alternativas naturales. Jadiel Mussa, arquitecta del paisaje y ecóloga, recomienda utilizar luces solares en jardines o terrazas para desviar su atención hacia el exterior. También propone el uso de repelentes naturales como lavanda, romero y limón, cuyos olores resultan desagradables para las polillas.
Otras medidas prácticas incluyen:
Instalar mallas en ventanas para impedir su ingreso.
Mantener las luces apagadas si las ventanas permanecen abiertas por la noche.
Conservar alimentos en recipientes herméticos.
NO SON UNA PLAGA
A pesar del incremento en su número durante el verano, los expertos enfatizan que las polillas no constituyen una plaga.
“Es importante no matarlas, ya que son beneficiosas para el ecosistema. La proliferación de polillas es una buena noticia, especialmente en un momento en que vemos menos abejas”, agregó Benítez.
