Las bajas temperaturas y la alta humedad no solo afectan al sistema respiratorio o los huesos, sino también la salud y apariencia de nuestra piel, especialmente en la zona del rostro, cuello, escote y manos. Conoce en esta nota qué enfermedades cutáneas empeoran con el frío y cómo podemos prevenirlas.
De acuerdo con la doctora Giuliana Nieto, dermatóloga del Seguro Social de Salud (EsSalud), los cambios de temperatura afectan la piel de una u otra manera durante todo el año, pero es en invierno cuando presenta una apariencia más opaca y sin brillo, con poros poco visibles y con tendencia a agrietarse debido al intenso frío.
Entre las principales afecciones cutáneas que pueden empeorar durante esta temporada, se encuentra la xerosis cutis, lo que comúnmente conocemos como “piel seca”. El frío reseca la piel hasta un punto en que puede ocasionar escozor o prurito, sobre todo en aquellas zonas en las que se tiene menos glándulas sebáceas, que son las encargadas de la hidratación de la piel
“Esta resequedad de la piel también puede desencadenar eccema o dermatitis. Por eso, es importante usar siempre un jabón neutro, como de avena o glicerina, y aplicar cremas hidratantes (incluyendo codos y rodillas), especialmente si ya tenemos antecedentes de piel seca”, comentó.
En el caso de los pacientes con dermatitis atópica, que son aquellos que presentan alergia en la piel, indicó que las bajas temperaturas pueden aumentar la deshidratación de su piel, provocando un brote mayor de eccemas caracterizados por picazón, enrojecimiento y descamación.
Las personas con piel grasa, por otro lado, pueden encontrar alivio en el frío. “En verano, este tipo de piel sufre de exceso de grasa o sebo, por eso las vemos más brillosas u oleosas que en invierno, por lo que el frío, de alguna manera, les favorece más que a las pieles secas y atópicas”, agregó.
Otra reacción común de la piel ante el frío es la queratosis pilaris, también conocida como “piel de gallina”, una afección inofensiva que provoca pequeñas protuberancias similares a los granitos, usualmente en los brazos, los muslos, las mejillas y las nalgas.
¿Cómo afecta la humedad a la piel?
Durante el invierno, los altos niveles de humedad en Lima Metropolitana aumentan la proliferación de ácaros en los hogares, lo que puede ser riesgoso para quienes sufren de piel atópica o alergias. Esto puede causar escozor no solo en la piel, sino también en los ojos, nariz, garganta y conductos auriculares.
En estos casos, se recomienda tener en la habitación lo mínimo e indispensable, como una cama, un velador y un closet o ropero. Es importante evitar acumular libros o alfombras, ya que son lugares donde los ácaros se reproducen fácilmente. Además, debe asegurarse de ventilar regularmente la habitación y vestir adecuadamente para mantenerte protegido.
“Si sufres de alergia, la ropa que va directa a tu cuerpo debe ser de algodón, ya que la ropa sintética te puede producir escozor o prurito”, añadió.
Consejos para una piel sana
Para combatir la resequedad de la piel y prevenir el agravamiento de otras enfermedades, la especialista de EsSalud brindó la siguientes recomendaciones:
1. Hidratación cutánea intensiva
Se trata de la acción más importante. Por ello, es interesante el uso de cremas hidratantes ricas en ingredientes como ácido hialurónico, glicerina y ceramidas para mantener el cutis húmedo.
Complementa esta hidratación bebiendo ocho vasos de agua al día. Para combatir el frío, puedes también optar por otros líquidos como emolientes, mates o infusiones, cuidando siempre el nivel de azúcar. Solo en el caso de tener problemas de rosácea no se recomienda beber café.
2. Protector solar:
Recuerda que, aunque el cielo este nublado, la radiación ultravioleta sigue presente. Durante el invierno, Nieto aconsejó utilizar protector solar dos veces al día, en la mañana y al mediodía, sobre todo en el rostro que es la zona más expuesta.
En el caso de aquellas personas que trabajan frente a una computadora, la aplicación del bloqueador solar debe ser igual que en verano, cada cuatro horas. La especialista destacó que la luz emitida por estos dispositivos electrónicos no causa cáncer, pero puede provocar manchas y arrugas con el tiempo.
3. Dieta saludable
Consumir frutas ricas en agua, como la sandía y el melón, alimentos que aportan grasa vegetal, como la palta, y verduras verdes que contienen zinc, selenio y vitaminas, ayudarán a mejorar la calidad de tu piel.
Mantén una dieta balanceada y evita alimentos procesados y con conservantes. Para quienes padecen rosácea, se recomienda evitar ají, licor y alimentos muy irritantes. Las personas con acné deben limitar el consumo de frituras y lácteos enteros.
“La dieta saludable es lo más importante para combatir las enfermedades cutáneas. En el tratamiento, el 50% del trabajo se realiza con medicación, mientras que el otro 50% se da por la alimentación, esto se ha comprobado en enfermedades como la rosácea, el acné o la psoriasis”, finalizó.