Intimidaciones, humillaciones verbales y falta de inclusión son algunas manifestaciones que se suele presentar en cualquier situación laboral en la que uno o más compañeros puedan estar sufriendo de acoso, siendo víctimas de la mala conducta por parte de sus compañeros de labores, superiores u otros empleados y que se conoce como acoso laboral.
Al respecto, la piscóloga Iselle Sabastizagal del Instituto Nacional de Salud (INS), señala que este tipo de comportamientos se desarrollan de manera repetitiva y abusiva que denigra y hiere al compañero de trabajo sin considerar que se vulnera su salud y bienestar, así como su condición de trabajo.
“Esta situación resulta muy dañina, pues genera que la persona víctima de acoso afecte su salud física y mental, tenga un bajo desempeño laboral y afecte su permanencia en el centro de trabajo”, sostiene la especialista del Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Ambiente para la Salud (Censopas).
Sabastizagal sostiene que “el centro laboral debe adoptar medidas para evitar este tipo de comportamientos, estableciendo políticas de tolerancia cero al acoso, gestionando los riesgos psicosociales y promoviendo lugares de trabajo saludables, como parte de la gestión de la seguridad y salud en el trabajo".
“De igual modo, los trabajadores tenemos la misión de no quedarnos callados y hacer de conocimiento lo que viene pasando, ya sea al superior, al área de recursos humanos o al área de seguridad y salud en el trabajo para que se realicen las acciones pertinentes. Y si estos no adoptan ninguna medida para dar solución a los hechos, correspondería denunciar a una instancia superior como Sunafil o Servir”, advierte.
Además, la especialista refiere que es “indispensable gestionar espacios de trabajo positivos que contribuyan a la salud y a la productividad de la población trabajadora”.
