Moody’s, una de las tres empresas de calificación de crédito con mayor impacto e influencia a nivel global, rebajó la calificación de emisores de la Municipalidad de Lima de Baa2 a Baa3, es decir, su perspectiva cambió a estable de negativo. De igual manera, redujo su perfil crediticio Baseline Credit Assment (BCA) de baa3 a ba1.
De acuerdo a la agencia calificadora, estos resultados reflejan la previsión de una debilidad sostenida en el perfil de liquidez de la comuna limeña e indicó que se trata de un “desafío crediticio clave” que enfrenta el municipio liderado por Rafael López Aliaga.
La operación más fuerte del saldo y superávit de financiamiento de caja, registrados en 2022, no se convirtieron en mejoras en las tenencias de efectivo, aumentando la probabilidad de que la liquidez se mantenga débil por más tiempo.
Además, señaló que a la volatilidad histórica de los superávits de financiamiento en efectivo se suma a la incertidumbre sobre la capacidad del municipio para mejorar sus tenencias de efectivo en los próximos 2 o 3 años, lo que aumenta los riesgos de liquidez.
Según la empresa internacional, en 2022 el balance operativo de Lima se recuperó a sus niveles previos a la pandemia, al tiempo que disminuyó su gasto de capital programa, lo que resultó en un superávit de financiamiento en efectivo del 19% de los ingresos totales.
Esto hace un gran contraste con los grandes déficits de financiamiento en efectivo como porcentaje de los ingresos totales del 14% en 2020 y del 18% en 2021, ya que el municipio estaba apoyando a su población en medio de la pandemia del COVID-19 e invirtiendo en programas de infraestructura para apoyar su recuperación económica.
Asimismo, Moody’s proyecta que el resultado operativo bruto de Lima como porcentaje de los ingresos operativos se ubique entre 29% y 32% en 2023 y 2024, lo que lleva a un superávit de financiamiento en efectivo sobre los ingresos totales de 9-12%.
Estas proyecciones tienen en cuenta el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de 2,3% en 2023 y 3% en 2024. Si se logra este nivel, será el segundo más fuerte desde el 2013, ya que el municipio ha registrado un déficit promedio de financiamiento en efectivo de 10.7% de los ingresos durante el período 2013-2022.
POCA TRANSPARENCIA
La agencia también sostuvo que la gestión del alcalde López Aliaga en Lima fue una “consideración crediticia clave”, dada la transparencia relativamente más débil de la difusión de sus informes financieros en comparación con sus pares regionales y visibilidad limitada de su estrategia financiera y procesos presupuestarios.
El reporte de Moody’s también refiere que la infraestructura capitalina está expuesta a riesgos por calor, sequías, inundaciones y al Fenómeno El Niño, con potenciales efectos adversos para el invierno del 2023, lo que tendría un impacto negativo en el desempeño fiscal.
Con información de El Comercio.
