Con tan solo 17 años, Alana Bracamonte, una estudiante de secundaria viene realizando ayuda social a favor de niños y poblaciones vulnerables. La joven escolar, recientemente realizó un importante donativo de más de 700 abrigos que fueron entregados a la Fundación Peruana de Cáncer para beneficiar a niños con cáncer de bajos recursos.
La estudiante que actualmente reside en el exterior, gracias a sus deseos de ayudar a quién más lo necesita y motivada por el friaje que se asomaba a la capital pudo gestionar y recolectar los abrigos con apoyo de sus padres, su colegio Cypress Bay High School y vecinos de Weston- Florida.
“A mediados de mayo leí sobre un fenómeno meteorológico que causaría uno de los inviernos más fríos en los últimos 55 años en Perú y eso hizo que pensara en este pequeño proyecto de abrigar a los niños y sus acompañantes que vienen de provincia. Hace aproximadamente 2 años mi abuela murió de cáncer y la mamá de alguien que trabaja con nosotros que es como si fuera de la familia también, ahí conocí esta realidad y me di cuenta de la situación en la que viven los niños con cáncer en el país”
Otro de las labores que realiza desde el 2019 es la recolección e implementación de bibliotecas, a la fecha ha logrado crear 9 bibliotecas en instituciones educativas de Manchay, la cual ha beneficiado a más de 2550 niños, apoyada por su hermano Esteban Bracamonte (14), amigas Adriana Lizárraga (17), Mariagracia Weston (17).
En la cual también se suman Camila izquierdo (14) Elena Muñoz (12), Deren Elif Suntur (12), Italo Stucci (17), Alejandra Altamirano (17), Alessandra Negrón (17), Ana Belén Balarezo (17), Andrea Kuoman (18) y Olenka Villacorta que han sumado a la iniciativa con la finalidad de promover espacios de lectura infantil.
APOYO EN PANDEMIA
Algo interesante es que esta labor social se ha realizado incluso en pandemia, Alana junto al apoyo de otras personas de buen corazón, ayudaron a 3 ollas comunes de Manchay llegando a recaudar insumos para la alimentación de familias, con el objetivo de mitigar el difícil momento que atravesaban muchas familias debido al Covid-19.
Alana Bracamonte, pese a ser muy joven ya vienen planificando otros proyectos para el beneficio de personas en situación de vulnerabilidad, siempre con el deseo de ayudar a quien más lo necesita. “He aprendido que todos tenemos algo que podemos compartir y no me refiero a cosas materiales sino también a valores, somos más los jóvenes que queremos ayudar con la esperanza de un cambio y una sonrisa como recompensa”, expresó.