“Mario Benjamín es muy alegre, le gusta el baile, mirar televisión, jugar, ir a la escuela, hacer ejercicios. Mario Daniel es más reservado, aunque también baila, le gusta hacer su tarea y dibujar. A los dos les gusta el carro, por eso les dicen ‘Pipí’, y los dos tocan el cajón y la guitarra, lo que les enseñaron en el colegio”. Así describe a sus hijos Consuelo Amasifuén, la madre de los gemelos loretanos Mario Daniel y Mario Benjamín, usuarios del programa Contigo, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), desde 2017.
Ellos reciben el apoyo constante del programa y el amor de su madre, a lo que se suma la dedicación de su padre, Daniel, el cariño de su hermano menor, Josué, y la veneración hacia su abuelo materno, conformándose de esta forma una familia unida que le da a sus hijos la ayuda necesaria para que crezcan en el mejor ambiente posible y tengan una buena calidad de vida.
Mario Daniel y Mario Benjamín son dos adolescentes de 17 años que tienen síndrome de Down. Incluso padecen un retardo mental moderado lo que nos les impide estudiar, socializar, tocar instrumentos, bailar y jugar a la pelota, en su modesta casa de la calle Madre Teresa de Calcuta, en Maynas, Iquitos (Loreto).
Si bien el padre de los gemelos ha estado presente durante su crecimiento, el trabajo que tiene de pescador no permite el continuo compartir con sus vástagos. “Él se va a las tres de la mañana al río y vuelve a las tres de la tarde. Está viniendo todos los días ahora ya que antes se iba 15 días de corrido. Cuando viene les da mucho de su tiempo, les enseña, juega con ellos, les da su tiempo, es un padre presente y cariñoso”, cuenta Consuelo Amasifuén.
También destaca la importancia de la educación para las mejoras que han tenido, ya que empezaron a concurrir al colegio cuando tenían tres años y aún usaban pañales. Allí los apoyaron, los estimularon y aprendieron a caminar.
En la institución educativa, además, les enseñaron a ser ordenandos en sus horarios. “En un día común, ellos se levantan a las 5.30 a. m., se asean, desayunan y se van a la escuela donde hacen sus quehaceres. Vuelven, comen, hacen la tarea, los saco a la plaza y se juntan con otros niños a jugar. Los tratan bien, y es que ellos son bien sociables. Y así se entretienen. A Mario Daniel le gusta hacer su tarea y sabe que la debe hacer cuando llega del colegio, al igual que Mario Benjamín. Son responsables e independientes. Cuando terminan de cenar me dicen que ya se van a acostar para levantarse bien al otro día, tempranito, para irse a la escuela”.
Apoyo integral
Los “Marios”, como son conocidos, conforman los más de 2300 usuarios loretanos de Contigo, programa del Midis que trabaja en 25 regiones del Perú y atiende a unas 77 000 personas que sufren de discapacidad severa y que se encuentran en situación de pobreza, otorgándoles una pensión de 300 soles cada dos meses.
“El apoyo les ha beneficiado en su alimentación, educación, en la compra de sus útiles y algunas otras cosas que necesitan”, narró Consuelo, quien remarcó que “es una gran ayuda que recibimos para beneficio de mis hijos. Si no fuera por el apoyo del programa no serían como son ahora”.
Consuelo Amasifuén no cesa en reconocer la importancia del programa Contigo en el desarrollo de sus hijos y en la consolidación de su familia: “Cuando uno no tiene recursos para nada, todo lo que nos da el Gobierno es una gran ayuda. Mis niños están bien, sanos, y no tienen ningún problema. Además, están haciéndole el seguimiento (desde el programa), están pendientes de ellos, y eso es muy bueno”.
Otro aspecto que destacó Consuelo de la crianza de sus hijos y el apoyo de Contigo, es que con lo que perciben, también pueden tenerlos controlados en materia sanitaria, y recordó que “cuando eran chicos se enfermaban mucho, pasaban en el hospital. Ahora no, solo una gripe, dolor de estómago cuando comen mucho o algo les cae mal. Es que están bien controlados y por eso se enferman muy poco”.
La madre de los gemelos Mario Daniel y Mario Benjamín subrayó que “somos una familia humilde que tenemos a dos niños con síndrome de Down y hemos podido salir adelante con la ayuda del programa Contigo y de Dios. Nunca los hemos dejado de lado. No tenemos muchos recursos, pero le estamos dando una buena calidad de vida para que salgan adelante y avancen.