Esta mañana, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajó a la base aérea de Dover, en Delaware, donde rendirá tributo a los 13 militares que murieron a inicios de semana durante un atentado registrado en el aeropuerto de Kabul, Afganistán.
El mandatario informó en la víspera que un nuevo ataque era “altamente probable”, tras el producido el jueves en Kabul, reivindicado por el Estado Islámico, y que causó más de un centenar de muertos, entre ellos soldados estadounidenses.
En represalia, EEUU realizó un ataque con drones en distintos sectores de Afganistán, identificados por el servicio de inteligencia, matando a dos miembros del grupo Estado Islámico e hiriendo a un tercero, y advirtió que no sería “el último”.
El Pentágono reveló la identidad de los 13 soldados muertos en el ataque al aeropuerto de Kabul. De ellos, cinco tenían 20 años. Esta es la guerra más larga protagonizada por EEUU, se inició en 2001 tras los ataques a las torres gemelas.