Dos mujeres atraparon y golpearon brutalmente a un delincuente que minutos antes había intentado quitarles sus pertenencias, en Gamarra.
Las féminas no dudaron en cobrar justicia por sus propias manos, mientras el delincuente suplicaba auxilio y se mostraba arrepentido.
No es la primera vez que se ven estos actos, donde la mujeres demuestran que jamás fueron el sexo débil.