Después de un año escolar muy difícil, donde nuestros hijos tuvieron que adaptarse a la enseñanza a distancia de un día a otro, es entendible que lo último que quieran hacer en sus vacaciones sea estudiar. Y cómo culparlos, si nosotros como padres tampoco queremos saber nada de tareas y exámenes durante estos meses. Sin embargo, los expertos coinciden en que hay un riesgo latente en su futuro académico como consecuencia indirecta de la pandemia.
Un estudio elaborado por McKinsey concluye que los estudiantes que recibieron una educación a distancia de nivel promedio en el 2020 podrían perder de 3 a 4 meses de aprendizaje, mientras que los que recibieron una educación a distancia de mala calidad perderán entre 7 y 11 meses. “Esto significa que el verano es una oportunidad para reducir esta brecha, encontrando un equilibrio entre la diversión y el aprendizaje, sobre todo en cursos claves”, explica Javier Arroyo, cofundador del método online de aprendizaje de matemáticas Smartick.
Por su parte, Paul von Hippel, investigador y profesor de la Universidad de Texas, señala que “el verano puede ser un gran momento para que los niños se recuperen académicamente, ya que aprenden con mayor calma durante las vacaciones ". Pero, ¿cómo lograr que nuestros hijos estudien en verano sin sacrificar la diversión, ni demandar la supervisión de padres ni profesores? Tomas nota a estas 3 recomendaciones del experto Javier Arroyo.
Encuentra el equilibrio. Es importante mantener una estructura de actividades, lo cual no significa darle un horario estricto como colegio, puesto que es necesario que los niños sientan una diferencia entre vacaciones y época escolar. Es recomendable tengan un espacio para jugar, mucho tiempo de ocio, pero que un pequeño tiempo del día lo dediquen a reforzar matemáticas, razonamiento verbal, programación o algún otro curso clave. Lleguemos a acuerdos y recompensemos la responsabilidad.
Concéntrate en los pendientes. No abrumemos al niño intentando que repase todos los cursos y nuevos aprendizajes que recibió durante el 2020. Solo enfoquémonos en las materias y temas que le resultaron complicadas. Para estructurar correctamente los repasos es importante revisar el reporte de notas o las observaciones que recibimos de los profesores durante el último año.
Apóyate en la tecnología. Algunas familias deciden viajar, y pasar tiempo en la playa o campo. Por eso aprovechar plataformas online para que los niños puedan estudiar es una muy buena opción. Con alternativas personalizadas, como Smartick, los niños solo necesitan 15 minutos al día, conexión a Internet, y una tablet o una laptop para realizar sus sesiones de matemáticas o programación. Al terminar cada sesión, los padres recibimos un reporte con los avances por correo.
