Sin lugar a dudas, el año pasado se registró una ola migratoria venezolana sin precedentes, principalmente por las restricciones que anunció impondría el Gobierno Central, la cual se concentró principalmente en la ciudad de Lima.
Con cifras de Migraciones y la Encuesta Permanente de Empleo, un experto del Banco Central de Reserva (BCR) dijo que en dicho año (2018) la cantidad de personas que ingresaron al mercado laboral se incrementó en casi cuatro veces.
Producto de este flujo, que es absorbido principalmente por el sector servicios y comercio, la población con más probabilidad de ser desplazada son las mujeres con menos estudios, precisó Roger Asencios, especialista senior en Políticas Sociales y Regionales.
Asimismo, en base a un ingreso principal de S/1000 por mes, Asencios estimó que entre S/200 y S/300 son enviados al exterior como remesas y el resto genera un aporte de 0.33% del Producto Bruto Interno (PBI) peruano, informa Correo.
Este aporte podría mantenerse estable en los próximos meses, pero también puede crecer si los ingresos de estos trabajadores aumentan. Sin embargo, no halló signos de que esto compense el impacto salarial entre informales.
“No pudimos captar que el efecto negativo sea compensado por una mayor actividad económica”, indicó Asencios.